En
la escuela elemental, la lectura se considera como la herramienta más
importante del aprendizaje porque orienta y estructura el pensamiento.
Leer es comprender, interpretar y relacionar un texto y es más eficaz si
se lo relaciona con otros conocimientos y experiencias anteriores. Para
los niños en la escuela primaria, la lectura comienza como una aventura
ya sea de fantasía o realidad, que se vuelve más significativa cuando
se la integra con vivencias personales. Cuando los niños leen, no sólo
que aumentan su vocabulario, sino que son capaces de sacar conclusiones,
hacer predicciones, dar opiniones, hacer comparaciones, y más
estrategias de aprendizaje.
Desafortunadamente hay un criterio bastante
generalizado de que las familias hispanas no le dan a la lectura la
importancia que ésta tiene. Es una realidad que aunque no la quisiéramos
aceptar, es cierta. Necesitamos hacer conciencia entre los padres de
familia latinos sobre la importancia de sentarse con sus hijos y leer.
Si los padres no conocen estrategias para sacar provecho de la lectura,
por lo menos el hecho de que sus hijos lean en voz alta y luego los
padres les hagan preguntas sobre lo que ha leído, es la principal
estrategia y una actividad que cualquier padre la puede hacer. Otra alternativa para los padres es la de llevar a sus hijos en forma continua a la biblioteca, en donde siempre encontrará programas de lectura
para los pequeños. Por medio de esta experiencia los padres aprenderán
una manera correcta de dirigir y guiar la lectura con sus hijos. Los
niños tienen su rutina de lectura en la escuela, pero si ésta no es
consistente en la casa, el niño no va a dar a la lectura el valor real
que tiene como el medio esencial para su éxito escolar. Lo
mejor de la lectura es la variedad de recursos disponibles para los
niños en los Estados Unidos. Las escuelas de California proporcionan a
los estudiantes el material de lectura para esta actividad en la casa.
Igualmente las bibliotecas públicas permiten que los niños y jóvenes
puedan llevar a su casa un buen número de libros por un período de
tiempo determinado y aún renovarlo de ser necesario. No
hay excusa para no leer en casa, pues además de cumplir con esta
valiosa estrategia de aprendizaje, es una oportunidad para que la
familia se reúna y aproveche este tiempo para compartir los éxitos y los
fracasos de cada miembro de la familia, ya sea en su escuela o en su
trabajo. |